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Manifiesto andalucista con motivo del 8M:
Andalucía, 2 de marzo de 2015.
Un día como el de hoy no debe ser de celebración, no puede
serlo. De celebración será el día que ya no sea necesario tener señalado en
el calendario el 8 de marzo para reivindicar el derecho a ser mujer, sin más.
Ser una mujer plena, con la libertad de poder elegir en cada
momento lo que creemos que es lo mejor para nosotras, sin presiones sociales,
profesionales o familiares, es un camino que aún debemos recorrer y que hace
muchos años lo comenzaron grandes mujeres en el anonimato llegando a perder
la libertad o incluso la vida.
La mujer y su libertad y sus derechos no deben ser moneda de
cambio de ningún color político. No pueden manejar a su antojo todo aquello
por lo que se ha luchado y conquistado con mucho esfuerzo. Es una de las
cuestiones que deben ser irrenunciables, no ceder antes los derechos ya
adquiridos.
Un 8 de marzo de 1910 se permitió por primera vez la
matriculación de mujeres en los centros docentes. Hasta entonces, las mujeres
eran admitidas en la universidad sólo como estudiantes privadas, y requerían
de una autorización del Consejo de Ministros para su inscripción como alumnas
oficiales. Y es precisamente en la formación y en la educación donde está la
clave. Dotar a las mujeres de las herramientas necesarias, tanto para la
formación personal como profesional, es una obligación de todos los
agentes sociales.
Cuando las mujeres avanzan, los países progresan. Muchos
estudios demuestran que la inversión en la mujer está directamente
relacionada con la disminución de la pobreza y el aumento de la prosperidad
económica. Limitando la participación de la mujer, desperdiciando su talento,
sus experiencias y su capacidad de liderazgo se defrauda a las propias
mujeres y a nuestro mundo.
Para conseguirlo, hay que acabar con la penalización que sufre
la mujer en el trabajo, que en Andalucía puede llegar a cobrar hasta un 31%
menos de salario que un hombre por la misma tarea. En Europa esta diferencia
es del 16´4%. La desigualdad salarial es el mayor obstáculo para conseguir la
igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres y la consiguiente
conciliación laboral y familiar.
Ni el Gobierno del Estado ni la Junta de Andalucía están a la
altura de las circunstancias. La crisis económica vienen sirviendo de excusa
para recortar la inversión en políticas de igualdad. Mientras tanto, los
datos son escandalosos. Según la última EPA de 2014, el desempleo femenino
sigue dos puntos por encima del desempleo masculino. La tasa de ocupación
femenina (45,5%) está 9 puntos por debajo de la masculina. En el último año,
más de 10.000 mujeres han abandonado definitivamente el mercado laboral, y la
brecha salarial arroja que las mujeres andaluzas ganan una media de 5.700
euros menos que los hombres al año.
Por ello, la grave situación económica que atravesamos nos
obliga a estar vigilantes, porque cualquier descuido, cualquier concesión,
podría hacernos retroceder décadas en los derechos adquiridos. Dicen que de
las grandes crisis surgen las grandes oportunidades: qué buen momento este,
en el que todo está patas arriba, para asentar los principios de un nuevo y
necesario modelo económico y social, equitativo y realmente igualitario, que
pasa necesariamente por incorporar el enorme potencial de la mujer en cuanto
a experiencia, conocimiento y valores. Una sociedad del siglo XXI, que se
dice democrática, no puede prescindir ni de la capacidad, ni del talento, ni
de la formación de la mitad de su población.
Queda mucho por hacer, por avanzar, por garantizar. Y esta
ingente tarea no es sólo responsabilidad de los gobiernos de turno, es
responsabilidad también de todos aquellos que defendemos la igualdad de
derechos. El cambio de valores de una sociedad no es fácil, es un proceso
largo y lento, que requiere mentalizar y sensibilizar a toda la población,
especialmente a los hombres, sin concesiones.
El Partido Andalucista quiere hacer de este 8 de marzo un día
de reflexión, no de frases grandilocuentes que no han conseguido ni
conseguirán cambios en las actitudes, en las mentalidades y en las
estructuras sociales desiguales. Hoy es el día para conmemorar y reconocer
los esfuerzos que mujeres y hombres han realizado para lograr y avanzar en
igualdad.
Por eso el Partido Andalucista os invita a trabajar por la
defensa activa de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, todos
los días del año. Aplicar la coherencia frente a la demagogia y a promover
iniciativas para la consecución de tan añorada igualdad.
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